lunes, 16 de marzo de 2015

Le pude poner un nombre al estereotipo de "bad guy" pero no al de "nice guy"

Más de cinco veces me he preguntado si algún día voy a conocer al "hombre de mi vida" (aun a pesar de que no creo en el "amor de tu vida") y hoy leí algo que me hizo entender que muy probablemente jamás lo conozca...

"Know what you really want, and accept the trade-off between your hot date and your simmering mate. Neither is right or wrong for you as long as you know what you're getting into."

Me topé con esta aseveración mientras buscaba la explicación biológica a "¿Por qué a las mujeres nos gustan los "bad guys"?" y en Psychology Today encontré un artículo que de cierta manera hizo más fácil entenderlo todo y lo resumiría de la siguiente manera:

  • Las mujeres buscamos características de macho alfa en un hombre porque, a pesar de que estas características sean invitaciones a enfrentamientos con otros machos alfas, resulta que para nosotras se traducen en: "este wey me podría rescatar de cualquier situación" y no porque todas sigamos viviendo con esa mentalidad de damisela en peligro, es más bien una onda de que al parecer los genes del dude en cuestión, efectivamente lo han dotado de más testosterona y por eso nuestros úteros los perciben como "más adaptables a lo que sea" (o eso fue lo que yo entendí).

  • Los hombres que no nacieron con esos genes de macho alfa no podrían cometer un error más grave que tratar de parecer uno, y esto por una simple y sencilla razón: puedes engañar a una mujer pero no a sus hormonas. O sea: si un wey que no nació para ser macho alfa finge ser uno, la mayoría de las mujeres lo van a percibir como grosero y no como el James Dean con el que siempre habían soñado.

  • El hecho de que los genes y hormonas nos digan que es más atractivo el pavorreal con la cola más colorida no quiere decir que sea la elección más sabia decidirte por ese colorido dude. Es muy probable que esa pareja no esté destinada a tener una historia de cuento de hadas, de hecho lo más probable es que él se vaya con sus llamativos genes a conquistar a más pollitas o que ella se harte de sus actitudes impulsivas. 

  • Tantos best sellers de machos alfas convirtiéndose en mandilones por amor son el producto de nuestras mentecitas optimistas de mujer: "A huevo que por mí se convierte en el esposo y padre ideal". Y aunque no todas las mujeres soñemos con ser esposas y mamás, nuestros cuerpos está diseñados para tener esos impulsos, es ahí en dónde entra la pluma de nuestras queridas escritoras de best sellers/chick flicks y nos hacen crees que es posible tener lo mejor de ambos estereotipos de hombre y no tenemos que conformarnos con ser el one night stand de un Elvis ni la esposa de un Godínez de primera, la idea que nos venden es: "Puedes ser la esposa de un James Dean que te amará por siempre" ( y tal vez, sólo tal vez, sea posible, vean a Sting o a Keith Richards...)

  • A todo el mundo le gusta que los hagan sentir, es por esto que puede parecer que al principio el "nice guy" no nos atrae porque no nos hace sentir maripositas en el estómago como el wey que te viene a ligar con un trago en mitad del antro, pero es probable que a largo plazo, el "nice guy" te haga sentir algo más que mariposas en el estómago, y todo esto sólo porque es un "nice guy"

  • Ahora me voy a robar las palabras de un tal Nando Pelusi. Parafraseando: Es probable que el James Dean se robe los mejores años de una mujer (porque es más probable que te aferres al James Dean en tus mejores años... Con la edad, la mayoría de la gente busca estabilidad que "sólo el "nice guy" te puede dar".) pero ella también está teniendo una ganancia: la posibilidad de hijitos con el gen Dean, aunque no tenga su cuento de hadas con el proveedor de esos genes. (So sad)

Y así, mis queridos amiguitos es como he llegado a la siguiente conclusión: Nunca ninguna mujer ha conocido al amor de su vida y aún así tenemos historias de amor que nos sacan la lagrimita no intencional.


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